¡Diviértete!

Algo que debemos aprender a hacer, pues entre los retos y desafíos de la vida, las obligaciones, y la rutina diaria a menudo se nos olvida la importancia de divertirnos. Te confieso que en innumerables ocasiones me he visto envuelta en una rutina llena de afán y cansancio, donde la única diversión que puedo encontrar en el momento es dormir sin que nadie me levante o mencionen mi nombre. ¿Alguna de ustedes puede identificarse conmigo?

Lamentablemente vivimos en un mundo que exige de nuestro tiempo, nuestras fuerzas, y energías, y nos hace creer que la diversión es pecado. Nos enseña que la diversión es para irresponsables y nos hace creer que hay cosas mas importantes que hacer. Recuerdo que hace unos años atrás un día llegue temprano a mi casa del trabajo y sobre mi cayó un sentido de culpabilidad e irresponsabilidad porque pensaba que hubiera sido más productivo para mi si me hubiera quedado más tiempo trabajando. Me sentía irresponsable sentarme en la sala de mi casa y ver una película o una serie con mi esposo y mis hijos. En ocasiones lo más que podía durar viendo una película eran apenas unos 5 minutos puesto que después de varios minutos me decía: ¡que irresponsable eres Joydi Michelle, hay cosas más importantes que hacer!

La Biblia dice que todo tiene su tiempo. Eclesiastés 3:4 nos enseña: hay tiempo de endechar, y tiempo de bailar. Entonces quiere decir que Dios desea que saquemos un tiempo de ocio, nos enseña que no es pecado cuando queremos salir de la rutina diariapara hacer actividades que nos brinden alegría y que nos permitan deleitarnos.

Jesús sabía la importancia de este tiempo en la vida de cada ser humano, pues en Lucas 10:41 le dice a Marta: Marta, Marta, afanada y turbada estas con muchas cosas. Y es que el afán trae congoja, desmayo, fatiga, angustia, aflicción, tristeza, depresión, y hasta enfermedades físicas. ¿Cómo pues podremos disfrutar de los lirios del campo y de la simpleza de la vida si no nos damos la oportunidad para divertirnos?

Para divertirnos no es necesario estar de vacaciones, ni gastar dinero. Debemos de romper con ese pensamiento que nos obliga a vivir una vida de esclavitud y opresión, y comenzar a aprender a disfrutar cada momento de nuestra vida.

Aprender a divertirnos hasta en los momentos simples es esencial para nuestro desarrollo. Divertirse trae felicidad, nuevas risas, ganas de seguir hacia adelante para mejorar, trae respiro a nuestra alma, y sana nuestro cuerpo. Aprende a llenar tu vida de creatividad, reírte de ti misma, ponle humor al mal tiempo; sonríe, se curiosa, auténtica, no tomes todo en serio, relájate, da tu opinión, quiérete, haz pequeños cambios en tu rutina, se feliz, inspira a alguien, contagia a otros con tu alegría; en fin... ¡DIVIERTETE!

Deléitate asimismo en Jehová,

Y él te concederá las peticiones de tu corazón.

Reflexiona:

1.¿ Todo en tu vida es trabajo, afán, preocupaciones?

2. ¿Cómo te sientes en tu tiempo de ocio?

3. ¿Cuánto tiempo a la semana dedicas para divertirte?

4. ¿Crees que Dios desea que te diviertas?

5. Haz un listado de actividades que puedes hacer para divertirte.