top of page

Haz Espacio


...Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él. (2 Reyes 4:9-10)


Cuando me dieron la noticia de que estaba embaraza de mi primer bebé fue muy emocionante. Mi esposo y yo llevamos algún tiempo casados y nuestro hogar era muy pequeño. Nuestro apartamento sólo tenía dos cuartos pequeños, una mini sala y una mini cocina. Recuerdo que le llamábamos nuestra “cajita de fósforos”. Era tan pequeño que cuando dabas un paso fuera del cuarto literalmente ya estaba pisando la cocina. Aquella "cajita de fósforos" era pequeña, pero era nuestro hogar; era aquel lugar donde anhelábamos estar después de un largo día de trabajo.


La noticia de que un nuevo miembro formaría parte de la familia llegó pero no estábamos preparados. El segundo cuarto de la casa lo teníamos como “el cuarto de almacenaje”, y el armario de ese cuarto era de mi esposo porque el de matrimonio era demasiado pequeño. Así que comenzamos a arreglar, a organizar, y a botar. ¡Comenzamos a hacer espacio! La llegada de un bebé en un hogar muchas veces nos mueve a hacer espacio donde aparentemente no lo hay. Recuerdo cómo todos los meses íbamos decorando, pintando, y comprando cosas nuevas. Estábamos preparando aquel lugar que pronto se convertiría en el cuarto de nuestra princesita.


¡Qué alegría poder hacer espacio para algo nuevo! Constantemente nos encontramos haciendo espacios nuevos en nuestra vida. Espacio para una oficina, un cuarto para crear; espacio en el armario porque nos hemos comprado ropa nueva; espacio para una nueva relación, para nuevas oportunidades; o espacio en nuestro hogar cuando nos llega visita para quedarse por algunos días. Pero esos espacios nuevos que creamos son simplemente temporeros, pues cambiamos de gustos; nuestro estilo de vida cambia, nuestros invitados se van, o llegan nuevas oportunidades a nuestra vida. Y aunque disfrutamos haberlos creados la realidad es que vamos perdiendo la emoción y aquello que habíamos creado con tanta ilusión y alegría ahora se han convirtiendo en lugares de simplemente recuerdos.


Hay recuerdos que pueden ser hermosos, y hay otros que no quisiéramos recordar, pero son lo que son...SIMPLEMENTE RECUERDOS. Hacer espacio para algo nuevo en nuestra vida no debe de ser condicionado por los recuerdos que podamos tener sino por lo que Dios quiere y tiene para nosotras. Muchas veces deseamos recibir algo nuevo de Dios pero seguimos añorando el pasado.


Hoy, quiero invitarte a sueltes tu pasado ya sea que haya sido bueno o no tan bueno. Independientemente Dios desea darte un futuro nuevo; desea darte una nueva vida con nuevas oportunidades y nuevas alegrías. Desea darte un milagro nuevo para ti y para tu familia. ¿Podrás hacer espacio para lo nuevo que Dios ha preparado? ¿Podrás despojarte de lo viejo para comenzar a crear espacio en tu corazón para las promesas de Dios?


Te propongo un reto:

1. Acércate a Dios y preséntale tus recuerdos hayan sido buenos o dolorosos

2. Busca 3 promesas de Dios para ti.

3. Escríbelas en una hoja de papel y colócalas en algún lugar donde las puedas ver constantemente.

4. Identifica que cosas están ocupando el espacio de las Promesas de Dios.

5. Con la ayuda del Espíritu Santo comienza a sacar de tu interior todo aquello que no te permita recibir lo nuevo de Dios.

6. No olvides hacer espacio nuevo constantemente.


¡Hasta una próxima ocasión!

 

Comments


Nuestro Instagram
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook - Grey Circle
  • Instagram - Grey Circle
  • Twitter - Grey Circle
  • YouTube - Grey Circle

© 2018 Yo Pinto Mi Biblia. Proudly created with Wix.com

bottom of page